Cuando uno camina por la calle de
la soledad puede pensar en muchas cosas en el futuro pero al final cae en que
tiene que solucionar todo drásticamente para que entiendan de que lo que más lo
presiona, uno busca la manera de no estar en el mismo hoyo para salir y entrar
a otro que posiblemente no esté más hondo.
Uno siente que cuando es tiempo
de divertirse va y se divierte pero cuando se lo impiden, en esa persona hay una tristeza que al final
de los días se queda impregnado que cuando le dan permiso en salir o tiene esa
oportunidad no la aprovecha pues no siente que sea el momento.
Dice el dicho “Cuando más le
impidas a una persona cosas, esa persona busca de cualquier forma como
conseguirlo”, por eso hay familias muy sólidas pues su forma de pensar es esa,
los hijos salen pero respetando la hora, la libertad se vuelve justa y la confianza
es la correcta.
Uno se refugia en su humilde
soledad cuando igual le impiden amar a la persona correcta, a la persona que
uno siente que el amor es verdadero, cuando el amor es prohibido para las
personas que dicen amarte o adorarte no lo permiten vivirla.
¿Dónde quedó tanto amor? ¿Dónde quedó
la diversión? Hay veces que uno siente que está solo en el mundo y que nadie acepta
lo que uno siente o piensa, pero eso es verdad, hay personas que piensas que te
quieren ver bien y te impiden hacer cosas que te gustan, ya sea cantar,
diseñar, escribir, volar, gritar o simplemente amar.
La humilde soledad ayuda a pensar
pero te da la oportunidad de creer en ti, de que solo tu podrás hacer tus
sueños o anhelos en el momento que deseas, ya sea hoy mismo o mañana pero solo
uno se impide cumplirlos.
Busquemos amor en momentos de
soledad y no olvidemos que solo el amor nos podrá salvar, además de ser las
personas más felices en el mundo.