“Soñar no cuesta nada” eso me dijeron cuando yo era un niño y pensaba en un mundo lleno de amor y diversión al apoyar a los demás, es decir ser una persona humana que está con humanos.
Hay veces que al soñar en ese futuro se vuelve tu ilusión y se queda ahí como un simple sueño que no se hará realidad, pues al pasar los días llegan personas que te lo destruyen hasta las personas que dicen amarte o quererte te quitan ese sueño y te vuelves igual que ellos, una persona con pensamientos discriminatorios y sin corazón.
No destruyamos ese sueño de amar y ser felices, actuar como humanos hacia los demás, debemos luchar por el amor, de ese amor que una religión profesa, de ese amor en el que pocas personas creen, en ese amor que está ahí pero que no es pulido.
Amemos primero a nosotros mismo y perdonemos primero a nosotros mismos para que podamos amar a los demás y perdonar a los demás, respetemos nuestros sueños y anhelos para respetar a los demás.
No hagamos que este mundo se llene de guerras, esas guerras de palabras, de discriminación, de maldad, de poco amor, hagamos que se llene de amor y que comprendamos a los humanos para que vivamos entre humanos y no entre animales.
Busquemos amor en tiempos de guerra para que los humanos con amor cumplamos los sueños y podamos ser felices a pensar de los problemas. No olviden que el amar es de humanos, y el no hacerlo te hace una persona infeliz que juzga, condena y critica.
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