-No tan bien como esperaba.
-¿Qué te pasó? Cuéntame.
-No pasó nada de lo que pueda contar.
-¿Qué pasa en tu familia?- cuestioné de nuevo al ver que me evadían las interrogantes.
-Mi familia está bien, no me puedo negar de lo que está pasando en ella, sólo no me gusta que me reclamen por algo que al final he hecho y quiero hacer- agachó su cabeza para no mirar sus gestos.
-¿Qué te reclaman ellos?- quise saber al percatarme una mirada más triste de lo que veía al principio.
-La carrera que estudié, que preferían mejor que fuera una ingeniería a una licenciatura; la falta de apoyo al haber entrado en la empresa de petróleos más importante del país y no me apoyen en comprarme la plaza que yo pagaré- subió su cabeza con una mirada de necesidad, en la cual sólo abrasé.
-¿Sólo eso tienes? Siento que hay algo más, es normal que tus padres al ver que estés ya grande te dejen de apoyar – Sólo lo dije para apoyarlo – pero cuéntame que más tienes- volví a interrogar.
-¿Sabes que quiero para mi vida?- empezó a correr una gota en su mejilla.
-No sé – sólo respondí.
-Quiero ser feliz amando, vivir cada instante, no me importa el cómo, pero quiero ser feliz. Si soy pobre, estoy casado, con hijos o sin hijos, soltero o no sé, pero quiero ser feliz amando y buscando lo que yo quiero. Deseo animarme tanto, que quiero olvidar cada palabra, cada dicho, cada momento que he visto con mi vista, que he sentido en mi alma y que siento que me falta. No me quiero destruir, solo quiero vivir. Me están destruyendo tanto que el cambio que estoy haciendo para bien mío lo siento innecesario, lo siento que no debió realizarse. Sabes que cambio es, ser una persona diferente a lo que era antes, escuchar, respetar, ser humilde y muchas cosas que una persona que ama tiene que sentir. No sabía que es el amor, ahora lo descubro y siento que duele más de lo que sentía anteriormente. Amo a muchas personas y esas personas me doy cuenta que me dañan. Quienes son pues mis papas y mi pareja. Estoy moldeándome al amor, pero duele tanto que sólo quiero estar contigo y que me consueles.
-Tranquilo estás a salvo conmigo- Solo lo abrasé y dejé que siguiera sacando cada dolor que sentía dentro de él.
-Te Quiero Soledad, tu siempre has estado aquí junto a mí – Me miró y me abrasó, ahora como hago para que no esté conmigo, pues se seguirá haciendo más daño si no encuentra en amor.
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