Hay veces que no es bueno, rodearse de personas que te hacen daño. Los verdaderos amigos son los que menos piensas que son, porque los primeros que dicen serlo, son los primeros en darte la espalda.
El amor es algo puro, que debe tratarse de la mejor manera posible, ya sea en los amigos o en la persona que te gusta, pero diciendo siempre la verdad y tratando de cumplir lo que uno desea.
Hay que aprender a buscar un camino para ser feliz, ya sea estando solo o acompañado, haciendo planes para el bien de uno, que sólo Dios sabe si se cumplirán. Caminar y caminar es lo que u no quiere a pesar de los problemas, de las cosas que pasan en la vida.
He aprendido a lidiar con información que pasa por mi cabeza y que ha cambiado los planes que uno tenía estructurado para bien. Aprendiendo a modificar las cosas y sobre todo a decidir con lo uno ama, pero cuando la información que uno recibe, te cambia todo, ¿que pasa? Te deprimes, te sale un nudo en el pecho, sólo quieres ser escuchado y llorar amargamente de la situación y sobre todo explota la bomba de los planes personales que uno había efectuado.
¿Llorar para que? Para desahogarse de las cosas, tirar el coraje que todo se acumuló y sanar esa herida que ya ameritaba salir. Así estoy, llorando por dentro, triste por fuera, riendo por obligación y sufriendo de muchas mentiras, engaños y desentendidos que como amigos, amores y la vida están declarando la guerra que ya esta perdiendo.
La soledad busca un amparo para quedarse, la alegría ha sido secuestrada y que el amor, el amor pide una tregua para saber que rumbo tomar.