Cuenta la leyenda que existe un amor muy intenso que se construye a distancia y que solo busca enmendar su amor, donde dos seres muy comprometidos busca solamente aprovechar el momento y vivir juntos su amor eterno, su amor incondicional, sin diferencias.
Ese amor le corresponde a la luna y al sol, una pareja que se aman demasiado que cuando se juntan forman un fenómeno natural llamado eclipse que por ello aprovechan su encuentro para así demostrar su amor sin culpa, sin mancha, sin maldad.
Cuando llega el sol a iluminar el día la luna extraña su presencia, pero cuando la luna refleja la luz en la noche de igual forma extraña la presencia de su amor inalcanzable, pero cuando llega el amanecer y el atardecer los dos buscan esa oportunidad para demostrar su amor por unos minutos que para ellos son eternos, pues un amor no se puede ocultar ni en los tiempos de un eclipse de amor.
Hay muchos caminos, hay muchos amores, hay muchas personas que buscan el amor inalcanzable; pero si buscamos un amor que es alcanzable todos pensarían que realmente si existe el amor, pero deberían entender que la persona imperfecta es la adecuada para ser convertida en el amor de su vida.
¿Quizas la luna y el sol eran personas imperfectas, si en su proceso de perfección tubieron que sufrir cambios drásticos para así ser su amor más fuerte de lo normal?
Así es el amor, constuido por los dos para ser uno. No hace falta la persona que busca la manera de separarlos, siempre lo habrá, por algo la luna y el sol estan lejos para cuando se reencuentren, demostren su amor, el culpable es la vida de que no los mantiene juntos, el culpable es la naturaleza por no demostrar su amor cada momento.
De uno depende si realmente quiere amar a una persona, extrañarla, besarla o mimarla las veces que pueda, pero es ahora no mañana.
Busquemos amor en tiempos de flaqueza. Busquemos amor en tiempos de dolor. Busquemos amor entre tu y yo en cada camino largo. Busquemos amor en nuestro interior.
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