viernes, 7 de febrero de 2014

El pasado del presente.

Basta recordar que en la vida, no solo es de criticar o juzgar a otras personas, pues cada uno tuvo una vida que al final nadie sabe cómo la vivió. Cada uno tuvo una infancia que fue marcado para toda su vida, de igual forma que su adolescencia o en el momento que empezó a vivir su etapa de adulto. Cada quien vivió a como le enseñaron o como fue aprendiendo.

Puede que uno sea una persona muy orgullosa, muy peleonera, muy cerrada, muy liberal o como sea; cada uno tiene un pasado que lo hace ser a como es hoy. 

Muchos de esas personas, siguen el mismo camino, pues aprendieron las cosas bien; pero otras aprendieron una forma de la vida no muy adecuada o no muy bien orientada, pero esas personas al final buscan su conversión.

El tiempo ayuda a que las personas puedan lograr ese cambio en la vida, pero sin la ayuda del amor no lo lograrán. El amor es indispensable para poder realizar las cosas. Uno escucha consejos, que al final lo toma real, pero es decisión de cada uno aceptarla o no.

Uno puede amar tanto a una persona, pero por su pasado no lo supo apreciar a como la otra persona no la aprendió y si supo, pero fue lastimado por ese pasado que no quiso olvidar. Si, las personas cambian, demasiado tarde maduran para uno mismo, pues el amor de su vida puede que se vaya por las cosas que tiene marcado en su pasado y que al final todo, prácticamente todo se puede tirar a la basura.

Quizás aprenda uno demasiado tarde las cosas, pero poco a poco va entendiendo esas enseñanzas, esa palabra “es todo o es nada” para una relación. Puede que las palabras ya no sirvan, pero si no aprendió o practicó el cómo demostrarlo, entonces que debe hacer. Aunque uno ame a una persona con todo su cuerpo, su sentimientos, su ser, su alma y su amor; tendrá marcado para toda su vida su pasado, que si no lo deja a como es, seguirá marcado en su presente y el presente será peor para construir su futuro.

En el presente deben de reconstruir su vida, pero sólo no lo podrá hacer, será más difícil pero no complicado. El amor es eterno, pero basta compartirlo para poder vivir esa vida que, los enamorados del amor, quieren compartir.

Busquemos amor en tiempos de guerra, para que ese presente muestre ese cambio que uno desea como persona humana realizar, pero sobre todo caminar de la mano del amor para poder realizarlo. Dios bendiga a los enamorados sin distinción de género.

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